Martes, 11 de enero de 2011
Aunque es una biografía muy superada por los conocimientos posteriores y contiene graves errores e imprecisiones, lo cierto es que resulta muy amena, a pesar del constante tono hagiográfico. Falta ttodo lo que es esencial (su aportación científica), pero su peripecia humana está bien narrada.
El prólogo de Sánchez Ron es como siempre, condescendiente. Lo fue con Newton, lo es con Einstein, lo sería con Cristo Padre. Puede que sólo con él no lo fuera.
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