domingo, 20 de abril de 2008

El juego del ángel

Acabo de leer en 24 horas El juego del ángel de Carlos Ruiz Zafón que se acaba de publicar el 17 de abril. Es una novela extraordinaria, una de las mejores novelas que se han escrito desde la posguerra. Sin embargo, en mi opinión, no va a tener suerte crítica. Y puede que tampoco comercial; yo no creo que los críticos y las críticas le vayan a perdonar a este autor el haber logrado un éxito tan grande con La sombra del viento, que prácticamente les pasó desapercibida cuando se publicó (y muchos meses después), y aún menos el que su autor haya permanecido separado de los habituales cenáculos en los que se cuece la vida literaria (como se ha cocido siempre) y donde se progresa y se consigue la fama crítica, los éxitos de venta y la promoción publicitaria.

Uno de los primeros críticos que he acertado a leer esta mañana ha sido el ABCD de este sábado y el buen hombre afirma que se trata de una obra folletinesca de divertimento. Quizá por eso la literatura española sea tan mediocre, por lo mediocre que es su crítica literaria. Que la literatura española tenga (de boquilla) como máximo referente a El Quijote que también era puro divertimento nos obliga a pensar que no es razonable esperar valoraciones críticas de otro tipo, más pensadas, o de mejor gusto.

(Sobre los horrores puristas posmodernos de Arcadi Espada (que no sospecha que oximorón es ahora un anglicismo y que, en realidad, y como figura de dicción, significa lo contrario que pleonasmo o redundancia) explican de sobra lo que critica en la última entrada de uno de su blogs, El Mundo por dentro dedicada a esta novela y basado, con criterio crítico criticable, en una hoja promocional).

Habrá que recordar ahora que hasta Mayans (y eso por iniciativa de editores ingleses) no comenzó a estudiarse de una manera sistemática a Cervantes y su obra mientras ésta continuaba relegada a espaldas de autores de una mediocridad verdaderamente berroqueña. Hay que reconocer lo muchísimo que se debe a la obra de Mayans , casi tanto como a la obra de Menéndez Pelayo, pero claro eso no puede ser nunca objeto de apreciación generalizada, porque, como en las novelas policiacas, sabían demasiado

Ha aparecido también la última novela de Eduardo Mendoza, que es igualmente genial, aunque quizá no tenga el torrente narrativo, en este caso, del que abunda en el planteamiento narrativo de Zafón. Pero ya son muchas las novelas que Mendoza ha escrito y todas ellas con una misma voz, aunque con coloraturas diferentes. Pero las que sí dan la misma nota son la que provienen desde el lado de la crítica que no ha dejado la ocasión de sentar criterio y han insistido en que El asombroso viaje de Pomponio Flato se trata de un Mendoza menor. También la crítica crítica crítica ha dicho sumariamente que estamos ante un Cervantes menor (digo, ante un Mendoza menor), es decir otro divertimento, porque en el fondo lo que les gusta son obras mayores como, por ejemplo, El cerco de la Numancia, que es una tragedia, con mucha miga. No tanto porque la hayan leído con entusiasmo (vamos, que no la han leído), como porque creen saber que se ajusta a su criterio, que conocen de lo que trata y, además, porque la representaron en los años treinta del pasado siglo.

Lo que en el fondo parece disgustar a la crítica crítica es no poder controlar los gustos y los gastos de los compradores de libros, tal y como su vanidad se lo sugiere, o se lo impone algún poderoso grupo editorial. Lo de La Sombra del viento fue, en ese sentido, un fallo clamoroso. Ni la olieron. Ahora esperaban, con la plegadera entre los dientes, la oreja en el móvil y el dedo índice en el teclado, que Zafón siguiera por un campo más que trillado, roturado seis millones de veces y, sin embargo, el autor barceloní (sin dejar del todo aquel pago) emprende un camino nuevo y brillantísimo, abriéndose una trocha para pasar adelante, armado de los diálogos más ingeniosos e inteligentes que se han leído por estos lares en los últimos años.

Ahora esperaban una novela en la que se hubiera podido reconocer fácilmente la obra anterior, tras habilidosos desenmascaramientos críticos; pero el autor se les adelanta y les ofrece pruebas y evidencias de lo que pretendian buscar (tras laboriosa hermenéusis) a cada paso y luego construye una ficción deslumbrante y radicalmente nueva. Tengo la impresión de que a Ruíz Zafón todo eso no le importa mucho, porque sabe que su público le seguirá en cierta medida, aunque quizá no tanto como sería lo esperable si hubiera en España una crítica con criterio.

Me atrevo a pronosticar grades desdenes e ínfulas perdonavidas, como se terminó por hacer con el pobre Harry Potter, culpable de lesa literatura, tras haber conseguido el milagro de que millones y millones y millones de niños y adolescentes se acercaran al fenómeno maravilloso de la lectura. Pero la crítica española, al menos por ahora, no da para más.

viernes, 18 de abril de 2008

textMD Technical Metadata for Text

Esta es una de las normas que faltaban y que confirma la absoluta predominancia del texto completo en las aplicaciones bibliotecarias (nada que no sea así es concebible, después de Google) y la necesidad de normalizar estructuras textuales como TEI, METS/Alto, etc. para favorecer el intercambio de información.

Al menos, esa es mi primera impresión sobre una norma que se llevaba debatiendo ya algún tiempo y que en estos momentos históricos (el diseño de Europeana, las RDA, etc.) tenía que aparecer necesariamente.

Habra que ver cuál es su alcance y dónde se encuentra su límite: pero el objetivo parece claro.