Muy divertida. La he ido leyendo en La Haya, Madrid, Valencia, Madrid. La más divertida que ha escrito en años. Tiene verdadero ingenio, pero le falta la fuerza y el ingenio del principio.
La novela empieza bien, pero desmerece en el último tercio y se remata de un bajonazo. Aún así hay momentos verdaderamente salvajes y divertidísimos. Lo más triste, sin embargo, es la imagen, por muy distorsionada que sea, de Inglaterra. Tuvo Inglaterra grandes satíricos siempre; y, digamoslo, extraordinarios de hace un siglo. Pero el retrato de Inglaterra no era tan lamentable. Se ve lo mismo en ese cine más o menos independiente inglés (no en el de las grandes y lujosas promociones y producciones cultivadas, sino en el de los cinturones obreros o en el de la propia clase media).
Es, desde luego, como casi toda Europa, una sociedad desmoralizada (en toda la acepción de la palabra)