Mucho ruido y pocas nueces. Tiene, desde luego, un grado de originalidad mayor que la mayoría de la carroña que se publica. Aún así, amaga e insinúa, pero no da. Tampoco es ni tan irónica ni tan sarcástica. El forma parte del juego. Un poquituco de auto-ficción y un par de moderneces. Es estilo es regular. Y el objetivo está tan patéticamente poco conseguido como El atroz desmoche que cita.
Aprobado alto (pero porque es un recomendado de Rafael Reig).
No hay comentarios:
Publicar un comentario