lunes, 26 de enero de 2009

Crisis

No creo que sea fácil combatir la crisis, que es de carácter global, pero creo que una de los objetivos debe de ser la reducción de gastos corrientes mediante procesos cooperativos, aplicados a los cuatro funciones básicas biblioteconómicas: adquisición, proceso técnico, información bibliográfica y preservación, y que ello debe hacerse mediante dos procedimientos básicos: primero, establecimiento de todo tipo de convenios de colaboración entre instituciones y, segundo, aplicación de tecnologías de información punteras, si es posible mediante aplicaciones desarrolladas en España y con una fuerte sustento en el software de código abierto

Selección y adquisición cooperativa; Bibliografía nacional coordinada a partir de los depósitos legales, catálogos colectivos de todo tipo de materiales y recolección de metadatos; Sistemas expertos, ontologías y web semántica y web 2.0 para la difusión y acceso a la información bibliográfica; Creación de repositorios OAIS y centros locales en red de restauración y conservación.

¿Quizá un Plan Nacional de Bibliotecas, aprobado e impulsado por el Consejo de Cooperación Bibliotecaria [artículo 15.2 de la Ley 10/2007], pero encargado a un grupo de trabajo público o privado que lo elabore, para huir de las casi siempre estériles comisiones, formadas por profesionales a los que no se descarga completamente de su tareas habituales?

¿Un poquito, solo un poquito, de realismo en las Facultades o Escuelas de Documentación, que no, al parecer, de biblioteconomía?

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